“Periodismo cultural, un oficio en medio de la tormenta”, en el marco del XVII Festival internacional Letras en San Luis
- Coincidieron en señalar que está demostrado que la cultura es una de las mejores armas contra la violencia.
Presentes en el XVII Festival Internacional Letras en San Luis, los periodistas de la Ciudad de México, Karen Rivera de Canal 22, Carolina López Hidalgo de IMER, Luis Carlos Sánchez de El Heraldo de México y Alfredo Ortiz de Radio Mexiquense analizaron el futuro del periodismo cultural en México.
Todos coincidieron en que existe una crisis del periodismo debido a la falta de recursos en los medios, lo que ha implicado recortes presupuestales que han afectado las mesas de redacción, situación que puede ser también grave en los estados porque muchas veces no hay reporteros especializados en Cultura, o bien, cubren varias fuentes a la vez.
Además, coincidieron en indicar que existe un elemento de inmediatez de la información que no es periodismo, provocado por los llamados “influencers” o las redes sociales, que han venido a satisfacer necesidades del consumidor de información, pero que no representan el oficio de investigar, conocer o contrastar de un periodista.
Karen Rivera, especialista en las fuentes de Cultura y divulgación de la Ciencia, dijo que primeramente habría que preguntarse quiénes consumen cultura, para entonces entender quiénes hablan de cultura, “es un poco complicado porque nos toca interpretar aconteceres culturales para hacerlos vendibles, pero además hay otro tema y es que está demostrado que la cultura en una de las mejores armas contra la violencia”, agregó.
Carolina López Hidalgo de IMER, dijo que el periodismo en general posterior a la pandemia entró en una fase en que la información se puede obtener sin necesidad de acudir a espacios, aspectos que se juntan con el recorte presupuestal, la reducción en mesas de redacción y es mal pagado.
Luis Carlos Sánchez de El Heraldo, admitió que existe una crisis real del periodismo en general, pero que además siempre supeditado a intereses empresariales e intereses de gobierno, en los que nos parece que la cultura sea una prioridad.