Este martes se vivió un hito histórico en Villa de Pozos: la toma de protesta del Concejo Municipal, con María Teresa de Jesús Rivera Acevedo al mando. Claro, lo histórico no fue solo el nacimiento del municipio número 59 de San Luis Potosí, sino también la caótica organización del evento que lo celebraba. Porque, al parecer, cuando uno empieza su “futuro brillante”, ¿qué mejor manera de hacerlo que dejando a los empresarios de pie, sin asiento, y a una presidenta nerviosa intentando llevar el acto sin un maestro de ceremonias?
El escenario no podía ser más adecuado: una multitud de habitantes de Villa de Pozos —el nuevo municipio que ha sido calificado como el “sueño hecho realidad”— agolpados para escuchar el discurso inaugural de Rivera Acevedo. Un discurso lleno de promesas sobre el futuro, aunque marcado por una gestión del evento que dejaba mucho que desear. “Trabajaremos para construir el Villa de Pozos que hemos soñado”, dijo la presidenta, con un tono que intentaba sonar firme mientras sorteaba los baches protocolares del acto.
La desorganización fue tal que, al comenzar la primera sesión de Cabildo, los miembros del recién constituido Concejo Municipal parecían estar en un ensayo general. Votar para iniciar la sesión y no saber cómo ceder la palabra se convirtió en un espectáculo tragicómico que desconcertó tanto a los asistentes como a los propios protagonistas. Un breve receso (o quizás un “descanso merecido” después de tanta confusión) prolongó el evento 40 minutos más. Pero no pasa nada, Villa de Pozos es paciente, y está acostumbrada a esperar… ¿Qué son unos minutos más después de décadas de abandono gubernamental?
No obstante, detrás de todo el caos, la concejala presidenta intentó rescatar el orgullo local. Con su discurso, en el que no faltaron referencias a la “lucha” de la comunidad, Rivera Acevedo recordó que este logro es un paso más hacia la autonomía que Villa de Pozos tanto anhelaba. Eso sí, no olvidó agradecer al gobernador Ricardo Gallardo Cardona por su “invaluable” apoyo. Porque, después de todo, un poco de agradecimiento político nunca está de más en estos tiempos de “cambio y renovación”.
Así, mientras los poceños celebran su recién estrenada independencia municipal, uno no puede evitar preguntarse: ¿Será este el inicio de una nueva era para Villa de Pozos o solo un mal augurio envuelto en promesas de desarrollo? Eso, querido lector, lo dirá el tiempo… y quizá, algunos errores de protocolo más.