Raptan a jovencita que esperaba el camión y después la encontraron sin vida en Villa HIdalgo
Esta mañana, Monserrat, una joven de apenas 22 años, fue brutalmente asesinada en la comunidad de Ventura, municipio de Villa Hidalgo. Su cuerpo fue encontrado en un predio baldío junto a una camioneta abandonada y un arma calibre 22. Su crimen, uno más en la interminable lista de feminicidios que azotan al país, vuelve a poner en evidencia la falta de seguridad y la desprotección en la que viven las mujeres potosinas.
El secuestro ocurrió a plena luz del día, minutos después de las ocho de la mañana, cuando Monserrat esperaba el camión para iniciar su rutina diaria. En un acto de impunidad que ya no sorprende, pero que sigue indignando, un hombre, identificado como Pablo, conocido en la comunidad como “El Tablas”, la forzó a subir a una camioneta, la joven fue hallada sin vida poco después.
La versión oficial señala que el presunto feminicida fue detenido en Cerro de San Pedro. Pero, ¿de qué sirve una detención cuando la vida de Monserrat ya fue arrebatada? ¿De qué sirve detener a un solo culpable cuando el verdadero problema sigue siendo la violencia sistemática y el abandono en el que viven miles de mujeres en comunidades como Ventura?
La noticia de este crimen ha generado una ola de indignación en la comunidad, que señala directamente al presunto feminicida, quien fue detenido por la policía de Cerro de San Pedro. Sin embargo, este acto brutal no es un hecho aislado en el estado de San Luis Potosí, donde la violencia contra las mujeres continúa siendo una realidad alarmante.
Lo más indignante es que hace apenas tres semanas, el gobierno del estado, a través del Instituto de la Mujer (IMES) y en colaboración con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), decidió levantar la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en tres municipios: Tamazunchale, Tamuín y Matehuala. Esta decisión, anunciada con bombo y platillo por la titular del IMES, Gloria Serrato, y respaldada por el gobernador, fue presentada como un “logro” en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Pero ¿dónde está la seguridad para Monserrat y las miles de mujeres que aún enfrentan la amenaza de la violencia de género todos los días? ¿De qué sirve levantar alertas cuando el feminicidio sigue ocurriendo a plena luz del día en municipios como Villa Hidalgo? La realidad es que, aunque el gobierno potosino intente mostrar un panorama de progreso, los datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública cuentan otra historia: en los primeros seis meses de 2024, se han registrado al menos cinco feminicidios en San Luis Potosí.
Monserrat no es solo una estadística más. Es un recordatorio de que las mujeres en San Luis Potosí continúan siendo asesinadas mientras las autoridades levantan alertas sin asegurar que las medidas de protección realmente funcionen. ¿Cuántas más deberán morir antes de que se tomen acciones reales y efectivas?