Con pancartas en mano y voces cargadas de indignación, trabajadores del Poder Judicial del Estado tomaron las calles, bloqueando el acceso al Supremo Tribunal de Justicia. ¿La razón? La falta de pago de sus prestaciones, incluyendo servicios médicos que han sido ignorados por el gobierno estatal.

La escena es un reflejo crudo de las prioridades invertidas de la administración. Mientras se destina dinero a conciertos y eventos fastuosos en la Feria Nacional Potosina (Fenapo), los trabajadores que mantienen en pie el sistema de justicia de la entidad no reciben ni lo mínimo: atención médica y sueldos.

“Nos da pena tomar estas medidas, pero no vemos interés en resolver nuestra situación”, lamentó una de las afectadas, quien tuvo que enfrentarse a la realidad de que en caso de una emergencia médica, no habrá quién la atienda.

Y mientras ellos luchan por sus derechos, el gobierno se enorgullece de traer artistas al Teatro del Pueblo. Pero, ¿a qué costo? La deuda acumulada desde 2022 sigue creciendo, y los trabajadores sienten que están “mendigando” por lo que les corresponde por ley.

El paro continuará, porque la paciencia se agotó. Los trabajadores piden al magistrado Arturo Morales Silva que actúe, que interceda, porque esto ya no es solo una cuestión de pagos atrasados, sino de dignidad. ¿Qué vale más, un concierto o la vida y salud de quienes trabajan día a día para impartir justicia?