Este viernes, Sanjuana Maldonado Amaya se reencontró con el equipo jurídico de la organización Perteneces, celebrando el indulto otorgado por el Congreso del Estado en la sesión del 20 de junio, que puso fin a sus 15 años de reclusión por un delito que asegura no haber cometido.
En su primera charla con los medios, Sanjuana relató su dura experiencia, destacando el apoyo invaluable de diversas organizaciones de la sociedad civil. Acompañada por su madre y cuñada, fue recibida con vítores y aplausos en la Defensoría de los Derechos Humanos en el Centro Histórico. Con emoción, recordó los difíciles años de encierro y su constante fe en Dios como su principal sostén.
Sanjuana, con una firme voz, compartió: “Me arrepiento de no haber podido alzar la voz en ese momento cuando se requería. Eso es lo que lamento.” Durante su encarcelamiento, se aferró a su religión y se mantuvo activa en programas de capacitación, como Alcohólicos Anónimos, que le permitieron mantener una conducta ejemplar y apoyar a su familia.
Expresó su profundo agradecimiento a quienes la apoyaron en sus momentos más oscuros, subrayando que su libertad es el mejor regalo que Dios le ha dado tras 15 años. “Regresar a ver a mi familia, a mi madre, mi cuñada, mis hijos y hermanos que me esperaban y me apoyaron, fue mi fortaleza para seguir adelante y un impulso para mantener la lucha y la esperanza, confiando en Dios.”
Sanjuana también reflexionó sobre la injusticia y las dificultades del sistema penitenciario: “Hay muchas historias de compañeras que, por amor o por malas influencias, terminaron en prisión. Nadie está exento de enfrentar problemas así. Muchas personas quedan atrapadas por falta de una buena defensa o recursos económicos para un buen abogado, y pasan mucho tiempo allí.”
Reconociendo los errores de las autoridades en su caso, Sanjuana decidió enfocarse en su crecimiento personal. “Decidí enfocarme en qué hacer con mi vida, trabajé y estudié lo que pude. Siento que regreso preparada y renovada, una nueva persona con decisiones más sabias, siempre acompañada por Dios durante estos 15 años.”
Sanjuana dejó claro su compromiso de seguir estudiando y esforzándose por su familia. Además, expresó su deseo de cambiar el sistema de justicia en San Luis Potosí para que ninguna mujer tenga que pasar por lo que ella sufrió. “Mi mayor deseo es seguir estudiando, seguir esforzándome, seguir al pie del cañón con mi familia y también poder cambiar el sistema de justicia que existe en San Luis Potosí.”
La liberación de Sanjuana Maldonado, lograda a través de un indulto del Congreso del Estado, marca un precedente histórico en San Luis Potosí. Esta decisión, promovida por asociaciones civiles y la sociedad civil con el respaldo del Gobierno del Estado, subraya la importancia de la solidaridad y la unidad en la lucha por la justicia y la reinserción de las personas privadas de libertad.
En una emotiva rueda de prensa, Sanjuana concluyó: “Quiero que mi historia sea un recordatorio de la importancia de la perseverancia, la fe y la solidaridad en la búsqueda de la justicia y la libertad. Por menos mujeres encarceladas injustamente, que prevalezca la verdad siempre.”
