La comunidad potosina se encuentra de luto tras el sensible fallecimiento del exgobernador Horacio Sánchez Unzueta, acaecido este lunes a la edad de 74 años.
Nacido el 17 de abril de 1949, Sánchez Unzueta se graduó como abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). Hijo del General Leandro Sánchez Salazar, quien fuera jefe de la policía en el Distrito Federal y responsable de la investigación del asesinato de León Trotsky en 1940, Horacio forjó una notable trayectoria política en el estado.Su ascenso al poder se dio en 1991, cuando fue electo candidato del PRI a la gubernatura de San Luis Potosí tras la renuncia de Fausto Zapata Loredo.
Su designación se gestó en el contexto de la negociación de la “Marcha por la Dignidad” encabezada por el Dr. Salvador Nava, suegro de Sánchez Unzueta, con el presidente Carlos Salinas de Gortari. Sánchez Unzueta ocupó la gubernatura de SLP desde 1993 hasta septiembre de 1997, dejando huella en la política estatal.
Durante su mandato, se le atribuye la instauración de una especie de “Maximato” al influir en los gobiernos subsecuentes de Fernando Toranzo Fernández y Juan Manuel Carreras, hasta la llegada de Ricardo Gallardo Cardona.
Su última participación política se dio en el proyecto de Xóchitl Gálvez y en el impulso a la reelección de Enrique Galindo Ceballos como alcalde de San Luis Potosí.
Sánchez Unzueta también se desempeñó como diputado federal en 1991 y embajador de México ante el Vaticano. Tras su mandato como gobernador, presidió el Consejo Consultivo del Centro Histórico de San Luis Potosí. Cabe destacar que su gobierno no estuvo exento de controversias, tras una serie de intrigas en el gabinete.
Un hombre complejo y una época convulsa Horacio Sánchez Unzueta fue un hombre complejo que marcó una época en la política potosina. Su legado, sin duda, estará sujeto a debate y análisis por parte de historiadores y politólogos.
Descansa en paz, exgobernador Sánchez Unzueta.
